Según la leyenda colonial, el Popocatépetl fue un guerrero legendario llamado Popoca que, al regresar victorioso del campo de batalla, se encuentra con la inesperada muerte de su princesa amada, tras lo cual sube al pináculo del templo con ella en sus brazos y se entregan a sí mismos como ofrendas a los dioses. El nombre náhuatl o prehispánico que recibe el Popocatépetl es Xalitlehua.
Otra leyenda relacionada con este volcán es aquella relacionada con uno de los cariñosos apodos que la población de las localidades cercanas a otorgado a la montaña. A este volcán también se le conoce como Don Goyo, apocope de Gregorio, pues se dice que, de vez en vez, un anciano se aparece rumbo a “alguna parte” en los diferentes poblados de la zona y se hace llamar Don Gregorio o Gregorio Chino. La gente del lugar asegura que este anciano es la personificación del volcán que viene a asegurarse de que las personas que habitan la zona obren de buena fe y muestren respeto al volcán para que, de ser así, la buena fortuna les sonría.